martes, 15 de octubre de 2013

Comentario: Kouros de Anavysos

   Nos encontramos ante una escultura el Kouros de Anavyssos. Se trata de una escultura exenta esculpida en mármol, realizada a finales del siglo VI antes de Cristo perteneciente al estilo griego arcaico de los “kurós” (estatuas masculinas que representan jóvenes atletas).


  
   Con lo referente al contexto histórico, comentaremos que esa época es el antecedente del máximo esplendor griego (s. V-IV a.C.) y que ya en el siglo VII a.C. se tenía como objetivo la búsqueda de la belleza, el naturalismo, etc. El poder económico y político dio lugar a este gran despliegue cultural y que se consolidó con Pericles, a pesar de la decadencia en la que cayó siglos más tarde.





   Desde el punto de vista del análisis formal observamos que la escultura es exenta, trabajada en mármol. Intenta reproducir la naturaleza del ser humano y el autor busca una proporción y un equilibrio en sus partes. Presenta rasgos de simetría, excepto por el pie izquierdo adelantado. Desde el punto de vista frontal encontramos un pie más adelantado que otro, una musculatura algo más definida que en las primeras, mas detallista pero claramente arcaica. La posición cerrada de las manos y pegadas al cuerpo también no demuestra su arcaísmo, además del pliegue inguinal. En la cara destacan varios rasgos: La sonrisa arcaica, los pómulos salientes, los ojos almendrados e inexpresivos y el pelo geométrico y plegado. Desde los puntos de vista lateral y posterior a pesar de ser una escultura de bulto redondo los detalles son mínimos. La obra se acerca al naturalismo pero posee rasgos arcaicos muy marcados, siendo inexpresiva toda ella, falta de movimiento, siendo muy rígida, etc. A pesar de su aspecto actual, estaría policromada.

   Desde el punto de vista del análisis del contenido diremos que hacia la función de lápida para la tumba de un guerrero llamado Creso (por lo que reza su base).




   Para comentar en profundidad la obra explicaremos que la obra pertenece a la escultura arcaica desarrollada en entre los siglos VII- principios del V a.C. las cuales parecen trascender de la cultura oriental y sobre todo de la egipcia, recordando a algunas esfinges. Los kurós son estatuas masculinas que representan a jóvenes atletas desnudos, siendo figuras hieráticas (pierna izquierda adelantada- símbolo de poder-en posición de marcha y los brazos plegados al cuerpo) y con una anatomía estilizada. A las mujeres (kore) se las representaba vestidas con un peplo. Suelen tener carácter votivo o funerario (como en este caso). Tiene relación con esculturas como Cleobis y Bitón, más antiguas y por lo tanto con un mayor grado de arcaísmo, y la Kore número 674 con un menor grado de arcaísmo.


   Como conclusión, la obra pertenece a una época de transición en la que se fragua el canon de belleza que estará vigente a lo largo de la historia del arte. Por sí sola, no tiene gran valor debido al número de esculturas de este tipo existentes, pero este grupo es a través del cual se desarrollan la escultura y el que hizo posible su y perfeccionamiento y posterior existencia.



César Barba


1 comentario:

  1. Aclaraciones, recuerda a algunas esfinges y también a esculturas de los faraones y dioses egipcios (el de la esfinge de Gizeh es un ejemplo que yo os puse, que de hecho es el retrato del faraón Kefrén).
    Hieráticas significa que son inexpresivas (que cites ahí el pie adelantado me choca, pues indica levemente lo contrario, cierto movimiento levemente naturalista, siendo uno de los pocos rasgos que rompen el hieratismo).
    Explica cómo estas esculturas influyeron después en las de época clásica y después cómo todo terminará en la helenística (haz un breve barrido sobre la evolución de la escultura griega antigua), citando ejemplos.
    En general tu ejercicio está bastante bien, de los mejores que he leído, sigue así y añade estos aspectos que mejorarán tu "arte de comentar" ;)
    Inés Hidalgo.

    ResponderEliminar